Con la foto con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como trofeo, el jefe del Estado argentino, Javier Milei, inicia una semana en la que tendrá que definir si nombra o no por decreto al juez federal Ariel Lijo y al jurista Manuel García Mansilla en la Corte Suprema de Justicia.

El plazo para las designaciones por Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) vence el 28 de febrero, un día antes de la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Cuando ambas cámaras están en funcionares esa herramienta no se puede utilizar.

El inciso 19 del artículo 99 de la Constitución Nacional explicita que, "el presidente tiene la atribución de llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura.

Mientras Milei estaba de viaje por Estados Unidos, donde además de con Trump, se reunió con Elon Musk y con la titular del FMI, Cristalina Georgieva, el gobierno hizo trascender que ya prepararon los decretos de ambos postulante a integrar el máximo tribunal.

De los dos, sólo Lijo consiguió las firmas necesarias para avanzar en el recinto del Senado, aunque está por verse si eso significa que será aprobado. En este contexto, en la Casa Rosada se evalúa la idea de nombrar sólo a García Mansilla por decreto.

En caso de que Milei nombre al juez por DNU, su designación solo será por un año parlamentario, alrededor de nueves meses hasta finales de noviembre.

Si el DNU fuera también para Lijo, antes de asumir en la Corte el magistrado tendría que renunciar a su cargo de juez federal y depender de que el Senado a fin de año lo ratifique en el cargo.

El caso es que el Senado no lo ratificara, Lijo se quedaría si ningún cargo